La Cueva del Indio, es un lugar único en el departamento de Santander; es un destino perfecto para los amantes de la aventura y los deportes extremos. Visitar la Cueva del Indio enfrentarse a muchas dudas y miedos para finalmente darse cuenta que uno es capaz de sortear grandes obstáculos.
Este lugar pone a prueba a todo aquel que se atreve a visitarlo, pero también ofrece una recompensa: recuerdos inolvidables, paisajes espectaculares y una de las mejores experiencias que puedes tener en Santander.
La Cueva del Indio debe su nombre porque según los pobladores, cerca de este lugar, se encontraron piezas y restos arqueológicos de los indígenas Guane, que habitaron este territorio.
La Cueva del Indio está compuesta por múltiples experiencias; desde la entrada los viajeros se verán enfrentados a toda clase de retos. Pasar por un cámara llena de murciélagos a los cuales no hay que despertar; deslizarse por medio de un cable de 25 metros; pasar por corredores de un metro de altura o menos, por los cuales hay que agacharse o arrastrarse para pasarlos.
De igual manera, se encontrarán pequeños pozos de agua que alcanza entre 40 o 50 centímetros de alturas; estalactitas imponentes en techo de la Cueva del Indio y un gran pozo que es atravesado por los rayos del sol al que hay que lanzarse y nadar durante unos minutos para llegar hasta la salida.
La entrada a la Cueva del Indio se encuentra a unos minutos de la Plaza Principal del municipio de Páramo en Santander. Este municipio se está muy cerca de San Gil. Por lo tanto, para acceder a la Cueva del Indio se debe llegar a Páramo y ahí contratar una agencia o un guía local para hacer la travesía.